
El
agua es un recurso renovable que circula continuamente entre la
atmósfera, la superficie de la tierra y subterráneamente
a través de lo que conocemos como ciclo hidrogeobiológico.
Estamos acostumbrados a tenerla en nuestras vidas constantemente
y puede producirnos satisfacción y provocarnos temor cuando
la vemos dentro del contexto de fenómenos naturales que
denominamos extremos o desastrosos. El agua dulce constituye cerca
de un 2.5% del volumen total del agua en la Tierra. Dentro de
los recursos de agua dulce más importantes se encuentran
las aguas subterráneas (alrededor de un 30%) las cuales
a veces no tomamos muy en cuenta ya que no las vemos; y los humedales
de agua dulce (cerca de un 0.35%). En nuestra región centroamericana,
los acuíferos son la principal fuente de agua. Sin embargo,
éstos se han ido agotando y la región ha comenzado
a abastecerse de agua a través de ríos y lagos,
como es el caso de El Salvador donde se realiza una utilización
fuerte de las aguas superficiales del río Lempa. El agua
es utilizada por el ser humano dentro de cuatro actividades principales:
usos domésticos, usos agrícolas (especialmente irrigación),
usos industriales así como para abastecimiento y consumo.
La mayoría de las personas ve el agua como un recurso que
no se agotará nunca y que se presenta a través de
copiosas lluvias tan características de nuestros países.
Sin embargo, el agua como tal no existe por sí sola. Se
debe tomar en cuenta que, para que continúe existiendo
este fundamental recurso de vida con la calidad apropiada para
ser consumida por el ser humano, es indispensable conservar ecosistemas
que hacen posible su existencia. Los bosques y los humedales de
agua dulce son ecosistemas fundamentales para la producción
y mantenimiento de la calidad de este recurso. Las funciones tales
como regulación de flujos, abastecimiento, fijación
de carbón y energía a través de la fotosíntesis
que estos ecosistemas presentan en muchas ocasiones, no son tomadas
en cuenta para el uso y manejo del recurso hídrico. Es
necesario contar con una planificación territorial que
incluya un enfoque de manejo integrado de cuencas si se desea
conservar y recuperar el recurso agua en nuestra región
centroamericana.
El problema del agua se ha presentado a nivel
mundial como un tema que centra la preocupación de muchos
sectores. Esto ha permitido que éste adquiera una relevancia
a nivel global junto con fenómenos tales como el calentamiento
global y la falta de ozono. A estos niveles se están realizando
valiosos esfuerzos que tratan de conglomerar diversos sectores
para la planificación y manejo integral de este recurso.
Dentro de estas instancias mundiales pueden mencionarse La Asociación
Mundial del Agua (Global Water Partnership -GWP-), el Consejo
Mundial del Agua (World Water Council -WWC-), la Comisión
Mundial de Represas (World Commission on Dams -WCD-), la Iniciativa
de Agua Dulce de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)
así como otras organizaciones a nivel regional. A pesar
de la existencia de este tipo de organizaciones el recurso agua
está seriamente amenazado no solamente por un uso irracional
y excesivo de éste para actividades domésticas y
de irrigación de cultivos sino por un mal manejo de desechos
sólidos y líquidos y por el avance de la frontera
agrícola el cual está provocando la destrucción
de los bosques y la transformación de humedales continentales;
ecosistemas que ayudan a producir y mantener la buena calidad
del agua. La conversión de estos ecosistemas ha provocado
asimismo, la reducción de las propiedades amortiguadoras
de los humedales que actúan como esponja reduciendo el
flujo violento de las aguas y evitando las inundaciones en las
partes bajas de las cuencas hidrográficas en las cuales
los humedales costeros (entre ellos los manglares) juegan un papel
fundamental como barreras contra inundaciones y tormentas. Buena
parte del problema también estriba en el desconocimiento
de estos ecosistemas ya que en muchos casos, a pesar de representar
volúmenes importantes de agua y recursos naturales, no
se conocen bien sus potenciales ni la calidad de estos recursos.
Esto, a pesar de que la gran mayoría de los humedales de
importancia internacional en la región son de agua dulce.
El huracán Mitch que tuvo su paso por
Centroamérica en octubre de 1998 es un lamentable suceso
natural que ha permitido mostrar de una forma muy drástica
y dolorosa los efectos agravados que puede tener un mal manejo
de ecosistemas naturales. El documento Estado de la Región
(Unión Europea, PNUD) para 1999 señala acertadamente
la necesidad inmediata de mejorar la planificación territorial
a nivel nacional y regional así como establecer un sistema
de monitoreo, interpretación, educación y prevención
que permita a los países tomar acciones inmediatas dentro
de un marco de manejo integrado de cuencas. Uno de los esfuerzos
significativos en este campo es la elaboración de forma
participativa de un Plan de Acción para el Agua en el Istmo
Centroamericano (PACADIRH) el cual ha permitido un primer trabajo
de integración de la región alrededor de este importante
tema. Faltan muchos esfuerzos para unificar sectores tales como
los hidrólogos, ingenieros hidráulicos y los ecólogos,
una combinación multidisciplinaria fundamental para contar
con un enfoque más holístico e integral. Asimismo,
los marcos legislativos y normativos; la participación
local, la del sector privado y su comunicación efectiva
con los tomadores de decisión deben ser la base fundamental
para sostener planes integrales de manejo y conservación.
El Área Temática de Humedales
y Zonas Costeras para Mesoamérica de UICN dedica este cuarto
boletín informativo al tema de la conservación y
manejo del agua en Centroamérica, brindando información
sobre los principales problemas de este recurso, las experiencias
regionales más sobresalientes y las iniciativas a nivel
global que deben imperativamente servir como marco de trabajo
en nuestra región. Hay mucho camino que recorrer en cada
uno de nuestros países. La información sobre el
recurso agua y sobre las cuencas hidrográficas existentes
y su calidad es una base fundamental para cualquier esfuerzo integral
de manejo. Compartir esta información es parte de la labor
de todo centroamericano.
"Dador y tomador de vida; elemento
esencial de toda la existencia e indomable destructor; expresión
espiritual de pureza y contaminado proveedor de aflicción;
vehículo de bendiciones y de tragedias; agente de discordia
social, económica y política. El agua es todas esas
cosas..." (Page, 1997)
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